¡YO NO SOY UN PADRE SOBREPROTECTOR! ¿O SÍ?
El instinto paternal es innegable, cuando nace tu primer hijo este sentimiento floreció el mismo día de su nacimiento. A veces no puedes evitar desbordarte de estrés porque tu pequeño se mantenga seguro… y es comprensible. Al final, es la labor principal de un padre estar ahí por ellos.
Puedes hasta justificarte con un: “es mi responsabilidad primordial velar por el bien de mis hijos”; pero recuerda que todo extremo es malo y podrías causar mayor daño que beneficio, ya que estarías colocando un obstáculo en el desarrollo de tu hijo. Como consecuencia, podría nunca llegar a ser independiente, a buscarte para cada pequeña o grande decisión… y en este sentido, esperar a que tú le “resuelvas la vida”.
Es importante saber cómo educar a los hijos para que se conviertan en adultos autosuficientes y exitosos. Si te identificas con más de tres de estos puntos (y en sobremanera), lamentamos decirte que tienes las características de un “padre sobreprotector”…
- Le haces las tareas y contestas por él.
- Revisas cientos de veces todo lo que hace.
- No le das permisos para salir con gente de su edad a menos de que vayas con él.
- Lo atiendes en exceso en cosas que podría hacer él solo, como: bañarlo, peinarlo, vestirlo, darle de comer en la boca.
- Si otros niños lo molestan, interfieres para defenderlo.
- Justificas y solapas sus errores y/o decisiones; simultáneamente, no permites que otros adultos corrijan su comportamiento (incluso profesores).
- Buscas inducirle miedo a situaciones para protegerlo.
- Te sientes culpable y obsesionas cuando no logras ayudarlo.
- Le llamas en cada oportunidad que tengas.
- Cuando ya es grande, entras con él al consultorio del doctor y resuelves todas las dudas del médico (en vez de dejar que él se prepare para la consulta y se fije en sus síntomas).
- Eres estricto y controlas incluso la apariencia física de tu hijo (forma de vestir y corte de pelo).
- Tienes todos los números de sus amigos y compañeros, y les llamas inmediatamente si no consigues contactar a tu hijo/a.
¿Cómo te fue? Si consideras que podrías llegar a ser un padre sobreprotector, te damos algunas recomendaciones:
- Bríndale mayor libertad de acuerdo a su edad.
- Confía en que tu hijo tomará buenas decisiones.
- Recuerda que de los errores se aprende; si no los comete, nunca obtendrá conocimiento de ellos. Ayúdalo a reflexionar después de haber cometido errores.
- Busca oportunidades para que él haga las cosas solo.
- Enséñale a responsabilizarse de sus decisiones, también delégale obligaciones en el hogar.
- Supervisa, pero si ves que el problema es mayor, ya podrás intervenir.
- Fomenta a que tenga iniciativa, los niños sobreprotegidos suelen ser muy pasivos.
Ahora, sabes que esto es un trabajo de dos: de tu hijo y tú. En el Colegio Argos, lo más importante es apoyar el trabajo de los Padres de Familia para el óptimo desarrollo de los niños y jóvenes. ¡Conoce nuestro plan de estudios, contáctanos!