ASPECTOS A CONSIDERAR PARA ELEGIR ESCUELA
DEFINICIÓN DE ESCUELA
La palabra “escuela” proviene del vocablo griego antiguo skholé y del latín schola; su significado original aludía a la tranquilidad y al tiempo libre. Posteriormente, en el período helenístico se refiere al de lugar de estudio.
En la actualidad el término refiere a los distintos centros de formación académica, física y moral a la que los ciudadanos de una nación dedican sus primeros años de vida.
La importancia de la escuela en la formación de las sociedades ha sido clave y ampliamente reconocida por los estudiosos del área, ya que a través de ella se constituyen los modelos de ciudadanía y los valores éticos, morales y patrios indispensables para la perpetuación del sistema social.
Bajo este criterio a continuación compartimos las recomendaciones de expertos en materia educativa.
CARACTERÍSTICAS DE UNA BUENA ESCUELA
Formación integral
Un centro educativo ideal, inicia con la formación de sus alumnos desde muchas más perspectivas que la meramente académica; entendiendo así el espacio escolar como mucho más que un sitio al que se asiste solamente a recibir un conjunto de técnicas y conocimientos.
Una buena escuela, en ese sentido, persigue la constitución académica, moral, ética, física y espiritual de sus alumnos, a través de diversos espacios y estrategias propicios para el estímulo de dichos aprendizajes.
Docentes comprometidos
Una buena escuela requiere de un personal docente comprometido con sus labores.
Al mismo tiempo, debe apostar por una enseñanza académica de calidad, para lo cual requiere de un personal responsable con sus labores, con el propio crecimiento y la actualización del saber que manejan.
Ello implica la formación en áreas pedagógicas extracurriculares, que permitan disponer de herramientas variadas para la enseñanza que visualicen a tiempo las dificultades puntuales y variadas que pueda presentar el alumno.
La atención de las necesidades especiales
Dado que no todos los alumnos presentan facilidades de aprendizaje semejantes ni provendrá de hogares homogéneamente constituidos ni ofrecerá las mismas inquietudes de índole social y emocional; una buena escuela tendría que contemplar a sus estudiantes a partir de la pluralidad, la tolerancia y la asistencia especializada que pudiera requerirse, en áreas como la psicológica, la espiritual y la nutricional, entre otras posibles.
La colaboración entre familia e institución
La familia y la escuela son los ámbitos de mayor aprendizaje en la vida temprana.
Uno de los puntos más álgidos de la escolaridad contemporánea suele estribar en el rol de los padres durante la formación de los alumnos. Una buena escuela ha de fomentar el diálogo y la cooperación entre el entorno familiar y el académico, pues son los dos ámbitos de mayor aprendizaje en la vida temprana y se verán necesariamente reflejados el uno en el otro.
La educación tecnológica
Si bien ciertas tecnologías contemporáneas pueden interferir de manera negativa en el entorno de clases (teléfonos móviles, por ejemplo), la escuela ideal no puede mantenerse de espaldas a la creciente carrera tecnológica iniciada a principios de siglo XXI, tecnologías y el Internet deben ocupar su lugar en el contexto escolar, precisamente porque es la mejor oportunidad posible para aprender a lidiar de un modo positivo con ellas y a emplearlas como coadyuvante en la labor de crecimiento académico.
La formación social y deportiva
Una buena escuela debe fomentar el intercambio social y los intereses recreacionales tiene que contar con los espacios necesarios fuera del aula para el ejercicio y el deporte, indispensables durante las etapas tempranas de la vida del individuo, así como de áreas que fomenten libremente el intercambio social, la persecución de los intereses artísticos (musicales, literarios, etc.) y de los intereses meramente recreacionales.
El clima propicio de aprendizaje
Una buena escuela satisface los requisitos en materia de infraestructura, recursos humanos y clima operacional que garanticen la feliz permanencia del alumnado en sus instalaciones y que el proceso de aprendizaje se lleve a cabo sin carencias y con la menor cantidad de tropiezos posible. Es imposible aprender felizmente en una escuela en ruinas, sin profesores suficientes o en condiciones de hacinamiento.
El proyecto escolar es conocido y compartido
Puesto que existen formas diversas de enseñanza, la emprendida en una buena escuela debería ser pública y notoria, es decir, de conocimiento para toda la comunidad. De esa manera, el enfoque específico de la educación emprendido en la escuela contará con la convalidación y participación de los interesados.
Los métodos de selección y estímulo al alumnado
Ningún alumno debe sentirse excluido por su condición social, racial, sexual o económica.
La escuela ideal no puede tener lugar de espaldas a la comunidad y sus necesidades, así que ha de pensar un método de admisión que resulte acorde con sus necesidades operativas, pero a la par sea lo menos discriminatorio posible.
La administración de la disciplina
Pocas cosas son tan importantes en una buena escuela como la gestión justa y equitativa de la disciplina, para no fomentar la impunidad y el resentimiento los alumnos. Límites y reglas claras, así como sanciones justas y de ejemplo, acorde siempre a la falta cometida, resultan indispensables para ello.
En Colegio Argos, nos preocupamos y ocupamos de la educación integral de nuestros alumnos.
Le invitamos a conocer nuestro proyecto educativo.
Informes: Guadalupe Victoria Nte. #351
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Tomado de: “Buena Escuela”. Autor: Julia Máxima Uriarte. Para: Caracteristicas.co. Última edición: 29 de julio de 2019. Disponible en: https://www.caracteristicas.co/buena-escuela/. Consultado: 10 de febrero de 2020.
Fuente: https://www.caracteristicas.co/buena-escuela/#ixzz6DZvQlDCt