“NIÑOS BERRINCHUDOS”: ¿QUÉ HACER?
Todos hemos convivido con “niños berrinchudos”, ya sean nuestros o no. ¿Existe alguna manera de manejar estos episodios en nuestros hijos? ¡Claro que sí! Te compartimos algunos tips.
Hay una realidad que ningún padre de familia puede negar, y es que los “niños berrinchudos” tienden a utilizar técnicas, a veces un poco extremas, para conseguir lo que quieren. Ahora, al meditar sobre este tema, es importante considerar que muchos de nosotros adultos probablemente fuimos niños berrinchudos en algún episodio de nuestra vida… y así, ahora como adultos nos toca aprender a manejar esta situación.
El berrinche es la frustración (traducida en llantos, gritos y pataleos) que se genera cuando un niño no puede conseguir lo que quiere. Hay dos tipos de berrinche:
- Berrinche de manipulación: Es el más común y el que los niños tienden a hacer con más frecuencia, también es el más fácil de identificar. Se caracteriza porque el niño tiende a realizarlo cuando no consigue tener o hacer algo que acaba de ver o descubrir. Su característica principal es que el niño, una vez cuando consigue su cometido, deja de hacer el berrinche.
- Berrinche no controlable: Este tipo de berrinche es el que continúa incluso después de que el niño consigue lo que quiere. Éste es el más difícil de controlar ya que se debe a que el niño todavía no puede controlar sus sentimientos, lo que causa que sienta una profunda frustración.
Pensemos que también hay “berrinches silenciosos”, cuando nuestro hijo, enojado, se encierra en su cuarto o decide no dirigirnos la palabra por nada. Como padres hay que saber esperar, y manejar estas manifestaciones naturales de frustración en nuestros niños. Recuerda que los regaños y los castigos no siempre son la mejor opción. Por eso te presentamos cuatro tips para lidiar con los “niños berrinchudos”:
- Cuando haga berrinche por algo que no se pueda conseguir, lo importante es dejar que se desahogue y consolarlo. El niño se calmará y de esta forma se puede reforzar el vínculo entre ambos.
- El niño probablemente no sepa cómo reaccionar ante los problemas. Hay que identificar y aprovechar los berrinches para enseñar a nuestros hijos cómo actuar ante las frustraciones a través del diálogo y el apoyo.
- Nunca te burles o imites los berrinches de tu hijo. Recuerda que él es un niño y que todavía tiene que aprender muchas cosas; recibir un trato equivocado de sus padres puede ser muy hiriente e incluso traumático.
- Es bueno enseñarle a los hijos a “trabajar” y esperar por lo que quieren. A su edad, ellos pueden “trabajar” ordenando su cuarto, mostrando una buena actitud y comportamiento general. Los niños deben comprender que para poder conseguir algo, hay ocasiones que uno debe esforzarse y esperar; así, de adultos sabrán que trabajando y esperando (ahorrando) pueden conseguir sus mayores metas. Si un niño se acostumbra a siempre conseguir lo que quiere de inmediato, más tarde será un hábito difícil de remediar… entre antes se le enseñe este principio a los pequeños, mejor.
Ahora, es importante tener en cuenta que los “niños berrinchudos” son niños y que están pasando por una etapa en la que tienen que aprender a controlar sus impulsos.
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