ENCUENTRO DEPORTIVO JUVENIL ARGOS 2025 “EL MÁGICO NÚMERO 45”
En el entramado áureo del sueño más profundo del espíritu, Argos contempla al Mago que, acompañado por el Espíritu del Tiempo, el Espíritu de la Fortaleza y la Diosa de la Sabiduría, aparecen ante su atónita mirada. Observa detenidamente el número 45 que, forjado en oro, el Mago sostiene entre sus manos. Sabe intuitivamente que ese número es más que una cifra: es el símbolo arquetípico que revela la unión sagrada de lo permanente y lo efímero.
CUATRO: LA BASE INAMOVIBLE
Y entonces habló el anciano Espíritu del Tiempo.
“Como roca sobre la cual se levantan las columnas que sostienen el peso del universo, Argos, robusto y firme, se erige como baluarte de la estabilidad inquebrantable, de la seguridad y permanencia. Pues Argos es el recordatorio de que toda creación duradera debe tener raíces profundas, como un árbol que hunde sus raíces en el suelo sagrado de la tradición.
En su majestuosidad, Argos es un testimonio de estabilidad, un recordatorio de que toda creación duradera debe estar profundamente arraigada en lo inmutable; porque de la base apuntalada sobre la cual se edifican sus sueños, emanó el barco en que han viajado múltiples generaciones de héroes.”
Dicho lo anterior, el anciano Espíritu del Tiempo se adelantó y entregó como regalo un sólido cubo de diamante.
CINCO: EL AGENTE DEL CAMBIO
Cuando finalmente se hizo el silencio, el imponente Espíritu de Fortaleza habló con majestuosa voz.
“Argos, llevas en tu corazón la marca del número cinco, el símbolo del devenir constante, el río que siempre se renueva sin perder su identidad.
En tu esencia, ese número es un recordatorio de que la vida no es estática, sino un viaje perpetuo de descubrimiento, creatividad y renovación.
Y es también el susurro del viento que desencadena tormentas, la llama poderosa que danzando desata las fuerzas del cambio, haciendo que lo viejo se disuelva y lo nuevo emerja. Es el espíritu indómito de la libertad, es la fuerza que rompe los grilletes de la inercia y permite que los héroes se atrevan a explorar lo desconocido.”
Así habló el Espíritu de Fortaleza y depositó en manos de Argos una estrella de cinco picos: el mágico símbolo del mágico cinco, representación palpable del ser humano, el signo emblemático del libre albedrío.
CUARENTA Y CINCO: LA SÍNTESIS DE LO ETERNO Y LO MUTABLE
En el seno donde yace oculto el arcano de los arcanos, la Diosa de la Sabiduría, como heraldo de las estrellas, desvela la esencia arquetípica del mágico 45. Pues el cuatro y el cinco son los pilares gemelos que sostienen el cosmos, y en su confluencia, el 45, encarnan la unión sagrada de lo eterno y lo efímero, trascendiendo la dualidad y creando la síntesis perfecta donde el orden cósmico y la creatividad se concilian en una armonía trascendental.
Dice la Diosa de la Sabiduría:
“Argos, el mágico número 45 es un espejo de tu propio viaje iniciático. Es un recordatorio de que la verdadera magia reside en la capacidad de mantener el equilibrio entre la firmeza y la flexibilidad. Pues la verdadera magia no reside en la rigidez o en la anarquía, sino en la capacidad de fluir con las fuerzas del universo mientras se mantiene una base sólida.
Debes recordar que el trabajo meticuloso es el camino a la excelencia, mientras que el trabajo creativo es el camino del progreso. Que el 45 marca un punto de inflexión donde las lecciones del pasado se integran con las aspiraciones del futuro. Y que para hacer realidad tus deseos y visiones más profundas debes mantener un pie en la tradición y otro en la constante transformación, porque esta es la llave que abre las puertas de la maestría espiritual.”
Así hablaba la Diosa de la Sabiduría, en el umbral de la comprensión, revelando los secretos del mágico 45. Y avanzando tres pasos, entregó a Argos una antigua llave de oro.
NUEVE: EL NÚMERO DEL MAGO
Sin mediar palabra, el mago juntó sus manos, fundiendo el cuatro y el cinco en un solo número: el nueve, que representa el objetivo final de todo proceso de transformación y que es el número que representa al mago.
Tomó entonces la palabra, y pronunció estas palabras ante Argos:
“Caminando entre los velos de lo visible y lo invisible, el mago desentraña los misterios del ser y la existencia. Ha alcanzado la maestría en el arte de la transformación porque es el alquimista del espíritu que convierte la ignorancia en conocimiento, el temor en amor y la oscuridad en luz.
El mago es también un buscador incansable de la perfección espiritual y la iluminación. Pero debes saber, querido Argos, que la perfección no es un destino, sino un proceso interminable de evolución que exige esfuerzo y dedicación.
Un verdadero mago enseña que cada paso en el camino es una oportunidad para aprender y crecer, y que la verdadera magia reside en la capacidad de mantenerse firme en la búsqueda de la verdad, incluso en los momentos de desafío y oscuridad.
Un auténtico mago enseña que la sabiduría no consiste en la acumulación de conocimientos, sino en la integración de la experiencia; y que la magia total reside en la capacidad de ver más allá de las apariencias y de conectar con la esencia de todas las cosas.
Un mago es un creador de valores, cuyo poder radica en la capacidad de mantener el equilibrio entre lo constante y lo mutable, integrando todas las partes del ser en una totalidad armoniosa.
Querido Argos, el mago de esta historia… eres tú.”
ENCENDIDO DEL FUEGO
El fuego es el crisol en el que el alma se refina, desprendiéndose de las impurezas de la ignorancia y el temor, y revelando su verdadera naturaleza divina.
El fuego es también la luz que guía y el calor que protege.
En este hermoso lugar que durante tantos años nos ha reunido para participar en nuestros Juegos Deportivos, con orgullo y agradecimiento a la vida, Argos comparte con ustedes 45 años de iluminar caminos, transformar vidas, abrigar corazones y de ser hogar para muchas generaciones que hoy son un gran orgullo para nuestro Colegio y nuestra nación.
Hoy como siempre, Argos trabaja apasionadamente por la grandeza humana.
